martes, 6 de diciembre de 2011

Explotación estratégica e inteligente de los nombres de dominio

Como ya hemos comentado previamente, en mi opinión los nombres de dominio son un factor relevante, me atrevería a decir crítico, para el éxito de un modelo de negocio. Habitualmente, un buen nombre de dominio es corto y pegadizo (a modo de ejemplo, "Etsy", "amazon", "google", etc.). Asimismo, los dominios no deben necesariamente tener un significado determinado, siempre que se adapten bien a su mercado de referencia y se pueda desarrollar una estrategia de marca basada en los mismos.

Los nombres de dominio en general y los nuevos nombres de dominio del Internet Corporation for Assigned Names and Numbers ("ICANN", en su acrónimo en inglés) en particular, suponen una ventaja competitiva y una plataforma para la innovación. Hay que precisar que el nuevo programa de dominios incluye dominios de carácter geográfico, dominios de carácter genérico e, incluso, dominios con marcas registradas. Lógicamente, los nombres de dominio tienen una particular trascendencia en el ámbito del comercio electrónico y los negocios digitales.

A continuación, algunas sugerencias desde una perspectiva estratégico-legal sobre como seleccionar y gestionar los nombres de dominio:

- No es estrictamente necesario adquirir un nombre de dominio que sea descriptivo. Más importante, si cabe, es que sea corto, pegadizo y fácil de memorizar. Los objetivos de un nombre de dominio, entre otros, son identificar contenidos o una identidad virtual, atraer potenciales clientes en Internet, facilitar la localización y explotar la imagen corporativa.

- Si bien la protección absoluta es materialmente imposible, el registro del mayor número posible de dominios dentro de los límites materiales y legales establecidos tiene un efecto preventivo en términos de infracción de marca y usurpación de nombres de dominio.

- Asimismo, conviene implementar planes de contingencia o protocolos de actuación versus el registro de dominios elementales o registros de dominios contrarios a los intereses de una compañía, incluyéndose la monitorización en Internet vía "Google Alerts" u otras herramientas disponibles en la red que impidan inter alia asociaciones dañinas o la vulgarización de nuestra marca.

- La opción de adquirir un nombre de dominio previamente registrado no debe ser descartada. Se pueden transferir si hay previo acuerdo entre las partes (incluso a cambio de acciones o participaciones en una empresa) o, alternativamente, se pueden alquilar por unos cuantos años con una opción de compra en cualquier momento.

- No debe descartarse tampoco la opción de adquirir nombres de dominio mediante intermediarios. Imaginemos el escenario de que una gran multinacional pretende adquirir un nombre de dominio previamente registrado. Probablemente, será más asequible si lo adquire vía un intermediario en lugar de directamente.

- El registro y explotación de nombres de dominio, entre otros, impide la dilución de la marca. Es decir, la pérdida de su valor económico por un debilitamiento de su exclusividad, a consecuencia de la utilización de marcas idénticas o semejantes para otros productos o servicios, sin que necesariamente estos tengan que ser competencia directa.